Yo mariekondeo, tú marikondeas, él marikondea

Mi señora madre anda muy ofendida con el furor que está causando la japonesa Marie Kondo.

«Ahora resulta, que viene una muchachita del otro lado del mundo a poner de moda el orden; como si fuera justamente eso: una tendencia más que un estilo de vida», me rezongaba mi progenitora el otro día mientras me arrebataba le mando de la tele para poner American Crime (creo que está obsesionada con Ricky Martin).

Francamente yo difiero de ella, y creo que si viene alguien a marcar tendencia en materia de orden, y si bajo esa tendencia lo logra, es una gran idea; por ejemplo, a mí me encanta el orden pero mi cabeza es totalmente desordenada, lo cual me obliga a hacer un esfuerzo extra para mantener las cosas como me gustan sin morir en el intento.

«Entiende, ma», le digo, «para una mente tan atarantada como la mía, que alguien de técnicas, puede resultar un alivio».

Un cojín volador se me estrelló en la nuca y mientras volteaba a punto de quejarme, mi mamá me gruñó: «¿Mente atarantada?, ¿técnicas de orden?… te recuerdo, muchachita, que no hay que ir a Japón. Desde antes de que hablaras yo te enseñaba cómo acomodar mis colecciones de Tupperware no solo en la casa sino en al fábrica de ropa donde nada, nunca se perdía; no, no es mérito de Marie Kondo, es mérito de esta que te parió… y te callas…».

A ver, aléguenle

P.D. Lo cierto es que, sea de quien sea el mérito, eso de ser ordenado sí está padre, ¿o no? Lo comprobé hoy que fui a conocer la nueva línea de esa marca de contenedores a la que mi mamá le tiene más devoción que todo México a la misma Marie Kondo.

 

img_5396

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s